Antes de llegar a la fábrica de Dentici-Olasagasti en Markina, desde Donostia-San Sebastián, a veces nos apetece parar en alguno de los puertos pesqueros de la costa vasca. Hoy hemos aprovechado el madrugón para hacer una visita al puerto pesquero de Getaria. ¡Claro! Estamos en plena temporada de bonito del norte y me suele gustar verlo en los barcos nada más llegar.
Visita al puerto pesquero de Getaria en plena temporada del bonito del norte.
La mañana se presentaba calurosa, más de 20 grados a las 6 de la mañana. Los barcos ya estaban terminando de descargar el Bonito del Norte de campaña en Getaria. En el puerto la tripulación limpiaba el San Prudentzio Berria y lo preparaba para la próxima captura, en unas horas.
Nosotros queríamos ver nuestras piezas de Bonito del Norte recién pescadas: Seleccionadas y ya dispuestas en las cajas con hielo para mantenerlas frescas antes de emprender el viaje hasta la fábrica (media hora pasada).
El bonito del norte (Thunnus alalunga) ha entrado hoy mediano y grande. No va por zonas, no se sabe qué se va a encontrar uno, ha tocado así en el trayecto de este barco. Preciosas las piezas de 14 kilos recién pescadas una a una y descargadas para ser vendidas para su consumo en fresco o en conserva.
Compra del Bonito del Norte de campaña.
El precio se marca en subasta, cada día varía dependiendo de la pesca en toda la cornisa cantábrica y de la calidad del pescado. Es muy importante fijar bien los precios durante la campaña para que no repercuta demasiado en el coste/precio final de la conserva.
¿Cómo hacemos para estar en varios puertos a todas horas, a la vez que en la fábrica trabajando o descansando de noche?
Estamos en permanente contacto con nuestro comprador que nos mantiene informados desde que recibe la llamada de los barcos con la pesca en ruta -normalmente de noche-; De nuevo cuando el pescado está en el puerto -muy temprano- y lo examina; Se selecciona lo que más nos gusta y comienza la subasta antes de que el pueblo despierte.
Para cuando tú y yo terminamos de desayunar, el bonito del norte ya está de camino a nuestra fábrica para ser limpiado, cortado y elaborado artesanalmente.
Apostamos por las labores locales, ancestrales, tradicionales; La vida en el puerto, el producto de nuestro mar y nuestra tierra, la forma cuidadosa de trabajarlo; La calidad de la materia prima, el primor con que se trata. Esta es nuestra filosofía de vida, heredada de nuestra familia tras más de cien años dedicándonos a las conservas de pescado, amando nuestra tierra, nuestra naturaleza, las especies que nos ofrece y respetando el ecosistema.
Y tú ¿eres de Olasagasti?
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