Desde Sevilla Pablo me sugirió que preparara un gazpacho con guarnición de bonito del norte. Yo voy más allá y, aprovechando que estos días está de vacaciones en Zarauz, le dedico este gazpacho con atún del Cantábrico. Espero que el cambio del pescado no le sepa a mal ya que ambas especies conviven en nuestras aguas y van bien con centeneres de recetas indistintamente.
Aprovechando que los tomates están ahora escandalosamente buenos, los añado en cualquier plato a mediodía y en la cena. Da igual que haya bacalao, ternera, macarrones o arroz. El tomate es asíduo en nuestra mesa. Aún más que las conservas de pescado!
Y cuando cocinamos salmorejo y gazpacho, no podía ser de otra manera: empleamos nuestros ingredientes estrella del verano, a saber, los tomates maduros del caserío de al lado y las latas de nuestra fábrica.
Gazpacho con atún del Cantábrico
1 kilo de tomates pera maduros
1/2 pimiento
1/2 pepino
1 cebolleta (hoy tenía morada)
Un chorretón generoso de aceite de oliva virgen extra
Un chorrito de vinagre y sal al gusto
Un puñado de algas arame
El gazpacho es sinónimo de verano, alegría y buen humor, así que tómate mi gazpacho con atún del Cantábrico y sonríe, por favor.
Y así de rápido se prepara el gazpacho con atún
Según las prisas o la pereza, pelaremos los tomates. Los troceamos al igual que el pimiento, el pepino y la cebellota. Lo echamos todo al vaso de la batidora con el aceite, el vinagre y la sal, y lo batimos a máxima potencia.
Lo vertemos en una jarra y dejamos enfriar varias horas en la nevera para tomarlo bien fresquito. Hidratamos las algas durante 10 minutos o las cocemos; Yo he optado por lo segundo, durante 15 minutos. Hoy he escogido las arame que parecen fetuccini verdes, no son demasiado fuertes y le aportan al gazpacho un sabor a mar que junto con el atún queda estupendo. Puedes saltearlas con soja y dejarlas en un plato junto al gazpacho para que cada cual se sirva.
Sirvo el gazpacho en cuencos, añado el atún del Cantábrico desmenuzado -y las algas si tus comensales son atrevidos.
Variaciones, manías, inexactitudes.
Depende del agua de los tomates, la consistencia será más o menos líquida. Puedes corregir con aceite, agua, hielo o miga de pan, según si es para beber o no. Hoy no lo queremos muy líquido ya que lo tomaremos con cuchara y tropiezos. Me ha salido exactamente como quería, así que no añado nada.
Yo no suelo pasarlo por el chino. Realmente no me importa cuando lo emplato, no suelo estar muy pendiente de su textura. Sin embargo, para los puristas, ya sabéis: no me hagáis mucho caso y seguid las instrucciones exactas, la termomix, el pasapurés, la batidora o lo que os venga en gana.
Esta versión la combino con el salmorejo con mojama y huevo cocido. Al final el toque marino me gusta más que el que dan los trocitos de jamón ibérico, quizás por saturación porque siempre sirven así las cremas de tomate.
Tómate tomate
El gazpacho es sinónimo de verano, alegría y buen humor, así que tómate mi gazpacho con atún del Cantábrico y sonríe, por favor.
Espero que te haya gustado, Pablo. Solamente a ti te dejaré cambiar de vez en cuando el atún del Cantábrico por bonito del norte del Cantábrico en esta receta 😉
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