Si nos paramos a pensar, la mayoría utilizamos conservas durante todo el año en infinidad de recetas. En esta casa está claro que preparamos enorme cantidad de platos a base de conservas o apoyándonos en ellas. Verdura y pescado son mis favoritas aunque últimamente estoy descubriendo unas conservas de legumbres maravillosas.
El único requisito es que las conservas sean de la mejor calidad y esto lo sé informándome sobre la marca y leyendo atentamente el etiquetado. Dónde se han recolectado – pescado – producido; Dónde y cómo se han preparado; Qué impacto medioambiental supone su producción; Qué ingredientes y valores nutricionales tienen.
El único requisito que me impongo es que las conservas sean de la mejor calidad posible.
El de hoy es otro de mis platos súper fáciles, esas improvisaciones rápidas que salvan el mediodía. Lo único que tenía preparado eran pimientos del piquillo que había dejado a fuego lento desde que me levanté hasta que salí de casa camino del trabajo. Suelo preparar un par de latas navarras o riojanas porque desaparecen en nada, pero esta vez utilicé una bolsa de pimientos grande (para que sobre para la cena en familia) ya asados y pelados que se pueden congelar cuando compramos unas cuantas.
Ingredientes para un plato de pasta sencillo y delicioso.
Cuando llegué a las 14h ya simplemente tenía que hervir los macarrones y abrir una lata de anchoas a la donostiarra de la colección Abrir&Zampar. Una delicia. De hecho, es imposible no picar una nada más abrirla, con ese picantito y ese saborazo a Cantábrico.
Y ya está, en diez minutos que es lo que dura la cocción de la pasta, monto mi mantel individual, cubiertos y servilleta.
Uno de esos platos con conservas de calidad para repetir.
Es imposible no picar una anchoa nada más abrir la lata, con ese picantito y ese saborazo a Cantábrico.
Pasta con pimientos, salsa de tomates secos y anchoas a la donostiarra.
Para 1 persona:
150 g de macarrones integrales.
1 bote pequeño o media lata de pimientos buenos.
Un par de cucharaditas de salsa de tomates secos.
1 lata de anchoas a la donostiarra.
Hiervo la pasta los minutos que marca su envase menos uno, ya que después de escurrirla sigue en calor cociéndose.
Nada más escurrir la pasta integral en abundante agua con sal la incorporo a la sartén donde he calentado mi ración de pimientos para que se impregne bien de su aroma. También le añado un poco del aceite de oliva de la lata de anchoas, para mezclar el gusto de la verdura y el pescado, ¡queda la mar de bien! Y se puede añadir en la misma sartén la salsa de tomates secos o mientras se hacen los pimientos. ¡Qué toque da!
Esta vez lo he hecho una vez me he servido en el plato: añado las cucharaditas de salsa de tomates secos -de las salsas italianas que preparamos en la Liguria-, dispongo las anchoas a la donostiarra que parecen frescas recién cocinadas, y listo. M O R R O C O T O N U D O. (En la acepción primera de la RAE: Muy grande o extraordinario ;-).
Macarrones olasagasti con pimientos, anchoas a la donostiarra y salsa de tomates secos.
¿Cuáles son las conservas que más utilizas en tu cocina?
No Comments