Tenemos lecturas, actividades indoors y noticias de sobra online estos días. Nosotros vamos a dejarte simplemente unas ideas de cocina para estas semanas de salir lo mínimo de casa. Platos a base de conservas de calidad que pueden facilitar la elaboración de los menús cotidianos sin necesidad de comprar producto fresco a diario. ¿Algunos no lo entienden todavía? ¡Entrar en las tiendas y mezclarnos con otros ciudadanos está contraindicado! Por nuestra salud y por la de los demás.
Las noticias son preocupantes, las cifras de infectados crecen, la incertidumbre económica es enorme y el miedo, palpable. Lo de menos, desde luego, es el confinamiento con las comodidades de las que gozamos en nuestros hogares. Sin minusvalorar a los padres de todos los chiquitines que no entienden por qué no pueden bajar al parque y para los que hay que hacer maravillas ingeniosas durante horas, día tras día, para entreterneles; A aquellos que están sufriendo en casa ésta u otra enfermedad; A las personas que viven solas no disfrutan de la soledad obligatoria… A los que estamos bien se nos pide responsabilidad, por favor, esos dos dedos de frente.
En fin, al lío, que en este bar de lo que se habla es de conservas ricas. Porque comer, hay que comer. Hagámoslo lo mejor posible entonces.
En el post anterior dejé unas pautas que nos pueden ayudar y que yo voy a intentar mantener con disciplina y alegría. En cuanto a lo nutricional se refiere, yo estoy yendo a comprar pan y productos perecederos dos veces a la semana (me estoy planteando reducir a una). Compras «normales» cualquier caso -no de apocalipsis-, y eso que comemos y cenamos cuatro personas en casa, desayunamos y merendamos. La cuestión es organizarse y, en ningún caso, agobiarse. El pánico es más peligroso que cualquier virus.
Pequeños nuevos hábitos para la cuarentena:
El pan de masa madre nos dura tres o cuatro días, así que encargo dos hogazas grandes la víspera de bajar. Cola civilizada manteniendo las distancias, pago con tarjeta sin tocar nada y vuelta a casa. Y si no, siempre podemos hacer pan nosotros mismos. Si nunca has probado, ésta sería buena ocasión de intentarlo. Te aseguro que tutoriales no faltan y muchas personas están colgando directos constantemente para cocinar al mismo tiempo que ellos. El de Lorentzero (con perdón de Ibán Yarza, Susana Webosfritos y otros dioses del pan a los que admiro) es sencillísimo y no necesitas amasadora ni dotes panaderas.
Estos días estoy haciendo «limpieza» de despensa evitando bajar a la tienda más que lo justo y necesario. Así, combinamos lo fresco que no va a durar mucho con otros alimentos en conserva que llevaban bastante tiempo en el armario y que viene bien vaciar.
Aún no he tirado de congelador más que para conservar una hogaza de pan en rebanadas, un pollo entero y algo de carne. Por ahora cantidades muy modestas. ¡Que no cunda el pánico!
El pánico es más peligroso que cualquier virus.
Siempre tengo en casa legumbre seca, arroz y mucha pasta italiana. También bastantes caprichitos que estos días voy a racionar: con lo poco que nos movemos más vale limitar al máximo las grasas innecesarias y los azúcares.
Por último, apuesto por platos únicos que sean completos y equilibrados. No comer demasiado ni en el desayuno ni en la comida ni en la cena. Y consumir una pieza de fruta (ahora tenemos naranjas, mandarinas, kiwis, plátanos y piña) y frutos secos entre horas. No mucho, no hace falta.
Bendito tomate en lata, los tarros de pimientos del piquillo, los espárragos de Navarra, una buena menestra ya preparada… y las conservas de pescado que van a aportarnos esa proteína del mar, rica en omega 3, vitaminas y otros nutrientes.
Platos a base de conservas… ¡de calidad!
Habitualmente soy de mezclar producto de temporada: pescado fresco, carne blanca de vez en cuando, mucha fruta, verdura y legumbre con cereales de distintas variedades.
Si compras en exceso, puedes congelar la verdura previamente lavada y troceada; Carne, pescado, pan, caldo, legumbre ya preparada, cremas de verdura; Incluso queso, mantequilla, hierbas aromáticas… O comprar algunos platos ya preparados en tiendas de confianza donde los venden más o menos caseros.
Las conservas siempre son bienvenidas y un buen aliado en la cocina. Hoy más que nunca. Bendito tomate en lata, los tarros de pimientos del piquillo, los espárragos de Navarra, una buena menestra ya preparada… y las conservas de pescado que van a aportarnos esa proteína del mar, rica en omega 3, vitaminas y otros nutrientes.
Mantén siempre una buena despensa de conservas de calidad.
Estos son los platos que estamos preparando desde hace días en casa durante la semana que llevo de confinamiento. Ojalá alguno te inspire o te sirva para variar un poco en la mesa para lanzarte en la cocina o para prepararlo en familia.
Y no olvides seguir mirando por la calidad de lo que compras y consumes. Estar unas semanas encerrados en casa no significa mal alimentarnos, comprar sin control y sin medida. Compra, consume y vive esta situación con consciencia.
Macarrones con salsa de tomates secos y bonito del norte Olasagasti.
Lentejas, piparras y caballa del Cantábrico Olasagasti.
Ensalada de patata con anchoas a la donostiarra Olasagasti.
Bocata Olasagasti con atún al natural y lo que más te guste debajo.
Pizza vasca con bonito del norte, guindillas y cebolleta. Tres conservas -el tomate- para una pizza inigualable.
Ensalada siciliana Olasagasti. Con naranjas sanguinas, hinojo, cebolleta, nueces, parmesano y filetes de anchoa. Ingredientes fresquísimos, frutos secos…. y una semiconserva.
Coles de bruselas con atún claro Olasagasti. Verdura de temporada + conserva.
Verdura en conserva salteada con anchoas a la donostiarra Olasagasti. Abrir, saltear y zampar.
Coliflor asada, huevos cocidos, salsa de tomate y ventresca de atún claro Olasagasti.
Pimientos del piquillo y filetes de anchoa Olasagasti. Duo conservero ganador.
No Comments