Cuesta volver a escribir con todo lo que está sucediendo. ¡Cuántas familias están sufriendo lo indecible! Sin embargo, hay que levantarse, seguir caminando, peinarse, poner buena cara y afrontar la Vida. Con mayúsculas. Porque, en su conjunto, la vida es bella.
Vivimos una pandemia, sí, y una crisis tremenda. Pero pensemos en positivo, en todo lo bueno que está surgiendo durante estas semanas entre las personas y los profesionales. La pandemia y crisis vs solidaridad y valores. «Retiro» frente a confinamiento. «Actitud» contra depresión. ¡Saldremos adelante!
Pandemia y crisis vs Solidaridad y Valores.
Ojalá pudiéramos hacer más en esta tremenda crisis que estamos padeciendo todos. Hay veces que uno se plantea si no puede hacer algo importante, esencial para la sociedad.
Nuestro granito de arena es sumamente pequeño: trabajar cada día; acompañar desde la distancia con aplausos a todos los sanitarios y profesionales que arriesgan sus vidas para que lo que funciona siga haciéndolo; mantener el ánimo y la pasión intactas a pesar de las vicisitudes para seguir ofreciendo el mejor producto posible elaborado sobre una base sólida de conocimiento, dedicación, experiencia y excelentes ingredientes.
Desgraciadamente no podemos donar grandes cantidades de dinero para la investigación ni fabricar mascarillas, ¡ojalá! pero estamos orgullosos de haber mantenido nuestra actividad hasta ahora, sin un solo ERTE, pagando las 50 nóminas entre el personal de la fábrica en Bizkaia y la delegación en Génova y teniendo en cuenta que no estamos facturando a la hostelería, nuestro gran cliente, que lo está pasando realmente mal con un futuro lleno de dudas pero, creemos, esperanzador. Como el nuestro y el de millones de ciudadanos que ven con preocupación el desgaste y deterioro de la situación económica general.
¡No os olvidaremos!
Ni a Ignacio ni a decenas de miles de fallecidos en este país y en Italia fallecidos en soledad por COVID ¡jamás les olvidaremos!
Nos aferramos con uñas y dientes a la fuerza que Ignacio Orlando, fundador de Olasagasti -que trabajó hasta el último día de su vida-, nos ha dejado impronta y que, como a decenas de miles en este país y en Italia fallecidos en soledad por COVID, jamás olvidaremos. Por todos ellos hay que seguir trabajando, pensando en positivo, ayudándonos unos a otros y estar preparados para los cambios que vayan viniendo.
Ser resilientes, productivos y proactivos, empezar a salir y retomar nuestras vidas. Sacar a relucir nuestras ilusiones y apoyarnos entre todos.
Mientras tanto, seguiremos compartiendo con todos vosotros nuestro trabajo, nuestras ideas y recetas, las novedades y nuestras colaboraciones. Y, sobre todo, nuestras conservas de pescado, nuestras delicias del mar Cantábrico que con tanto mimo preparamos y siguen disponibles en las tiendas gourmet, las tiendas de barrio (otro aplauso para todos esos pequeños emprendedores que siguen al frente de sus negocios) y en nuestra web.
Sí, seguimos aceptando pedidos porque estamos todo el equipo y toda la familia a pie de cañón.
Marta Olass en nombre de todo el equipo Olasagasti.
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