Hoy solamente vengo a plasmarte las tres ensaladas fáciles con bonito del norte Olasagasti que aparecieron en redes sociales la semana pasada. Son platos que tú mismo o tú misma has podido preparar y has decidido compartirlos con tus seguidores y con nosotros. Ya sabes que recibir estas imágenes nos hace inmensamente felices.
Algunos sois unos auténticos maestros en la cocina y presentáis recetas que son de estrellas michelín. Otros, mucho más sencillos -es la onda de este blog, de mis humildes recetas o ideas-con-lo-primero-que-pillas, como me gusta llamarlas a mí-. Y algunos que solíais entrar tímidamente en la cocina pero, después de toda una vida sin haber trasteado apenas, en el confinamiento no os ha quedado más remedio que remangaros y empezar a cocinar. ¡Qué maravilla descubriros lavando, picando, tostando, combinando y no sólo abriendo una lata!
Que abrir latas de conservas de calidad ya implica que sois unos gourmetes-gourmetas. Pero cuando os animáis a preparar algo que habéis visto en Instagram y bajáis al mercado a comprar dos o tres ingredientes ya estáis dando sin daros cuenta un paso importante, no hay marcha atrás, los fogones han entrado en vuestras venas… ¿o todavía no?
Este post no tiene el propósito de enseñar a hacer ensaladas ni dar lecciones de nada. Simplemente es un guiño a todos los que nos acompañáis habitualmente desde la distancia, desde vuestras cocinas; A las alegrías que nos han aportado un simple frasco o una humilde lata de Bonito del Norte del Cantábrico. Y es también otro post para no olvidar todo lo vivido (y comido) durante el (esperemos) único confinamiento por pandemia que tengamos que pasar durante décadas.
¿Nuevos cocinillas o cocineros de confinamiento?
La nutrición ha cobrado aún más importancia durante el confinamiento: saber qué ingerimos, qué emociones nos empujan a la comida, qué valores nutricionales tienen los alimentos que compramos, su calidad, su origen y su impacto medioambiental.
Hay quien me ha confesado que lo de entrar en la cocina no volverá a producirse a no ser que suframos otro confinamiento. Que aparca los pucheros hasta nueva orden ya que no le ha picado en absoluto el gusanillo. «Ha sido cocina de supervivencia, Marta, pero de calidad gracias a este blog y a lo que vamos subiendo en redes sociales entre amigos». ¡Gracias!
Pero muchos habéis descubierto un nuevo mundo tímidamente, habéis hecho vuestro primer bizcocho, vuestro primer pan… son satisfacciones que nunca se olvidan. La cocina ha sido tendencia durante el confinamiento en todo el mundo. Nos hemos apoyado, saludado y sacado una sonrisa con nuestras imágenes cocinando en casa. La nutrición ha cobrado aún más importancia: saber qué ingerimos, qué emociones nos empujan a la comida, qué valores nutricionales tienen los alimentos que compramos, su calidad, su origen, su impacto medioambiental, etc.
Por básicas que sean tus nociones, simplemente aplicando la máxima «CALIDAD-ORIGEN-COMPROMISO», es decir, Comer con Consciencia, ya te mereces un hueco en el podium culinario. Como si lo tuyo son únicamente las ensaladas, ¿por qué no, si son de la mejor calidad posible?
Estas son vuestras tres ensaladas fáciles con bonito del norte en confinamiento y desescalada.
Estos son platos caseros, sencillos, hechos con cariño y sin pretensiones. Si todos comiéramos de esta manera evitaríamos la obesidad y enfermedades derivadas de una alimentación rica en grasas saturadas y alimentos procesados llenos de azúcares. Utilizar alimentos frescos de temporada combinados con legumbres, semillas y conservas de calidad (verduras, pescado, fruta sin azúcares añadidos) pueden ayudarte a llevar una alimentación más saludable.
Familia alérgica a la cocina.
Resulta que Coro, Pablo, Isabel e Iñigo tienen la suerte de tener abuelas y tíos que les hacen la compra y cocinan. Y muy bien, por cierto. Con el listón tan alto no se atrevían a enredar en la cocina ellos mismos.
¿Quién les iba a decir que una pandemia les obligaría a vivir encerrados en casa y no les iba a quedar más remedio que ponerse manos en la masa? Han ido publicando sus pinitos y debo decir que mejorando con el paso de los días. Las conservas no duraban en su despensa pero también producto fresco y recetas sencillas y divertidas que iban aprendiendo.
Sin trampa ni cartón. No hacen falta filtros. Esta es la ensalada que tú mismo te puedes preparar en casa ahora que ya empieza el calor, los tomates empiezan a tener sabor y tenemos poco tiempo para cocinar.
¡Bienvenida a la cocina, familia!
Amante del producto de calidad y los platos suculentos.
La catalana Rosamari es una buscadora nata de productos buenos, de origen, de sabores auténticos. Presenta y recomienda desde twitter o facebook sus hallazgos más deliciosos: experiencias enoturísticas, productos ecológicos, vinos, conservas… Alimentos nuevos o de su confianza. Y es de agradecer, nos ayuda a conocer marcas de calidad de todas partes.
Ha aprovechado los días de buen tiempo durante el confinamiento para sacar sus recetas al sol y comer al aire libre. Y ha compartido con todos su alegría y ganas de disfrutar también durante los momentos más duros.
Un cocinero profesional sin restaurante.
A este tipo encantador ya lo conocéis de por aquí o de su propio blog. Durante las semanas que hemos permanecido encerrados Lorentzero nos ha dado espléndidas ideas para cocinar en casa encurtidos, salsas, masas y postres para guardar e ir utilizando durante varios días. «El que guarda siempre tiene» suele decir él. Desde su balcón le hemos visto morder tostadas, saborear vinos, tomar el aperitivo con almendras recién tostadas… Y los días de lluvia, cocinar con sus hijos.
Su cocina sin tonterías ni complicaciones me va como anilla al abrefácil y ha ayudado tremendamente a negados de la cocina a atreverse con algunos platos nuevos. Yo misma he aprendido mucho con él y sigo aprendiendo. Ahora bien, no le pidas cantidades ni tiempos ni le hagas preguntas complicadas o absurdas que se lo va a inventar y luego no te sale la receta.
Bueno, sí, pídele. Que hemos conseguido que empiece a escribir los ingredientes y se está esforzando en poner qué cantidad necesitamos de cada uno. ¡Incluso un día hizo croquetas!
Además de cocinar y cuidar de sus hijos no ha dejado de trabajar en su nuevo proyecto: una consultoría para ayudar a los pequeños empresarios hosteleros a salir adelante en esta crisis, solucionar dudas y papeleos o apoyarles para relanzar su negocio.
Esta es la tercera de las ensaladas fáciles con bonito del norte de estos últimos días. ¿Que te salen mejor? ¿Que las tuyas tienen más alma o más ingredientes? No lo niego. Mándamela que seguro que aporta luz e ideas a todos. Porque compartir es vivir. Durante el confinamiento, la desescalada y en la vida.
Compartir es vivir.
Este post no tiene el propósito de descubrir una ensalada ni dar lecciones de nada. Simplemente es un guiño a todos los que nos acompañáis habitualmente desde la distancia, desde vuestras cocinas; También a las alegrías que nos ha aportado un simple frasco o una humilde lata de Bonito del Norte del Cantábrico. Y es también otro post para no olvidar todo lo vivido (y comido) durante el (esperemos) único confinamiento por pandemia que tengamos que pasar durante décadas.
Con clientes así da gusto interactuar. En redes sociales comparto constantemente lo que vais preparando, que es mucho más. Recetas sencillas y algo más complicadillas. De grandes profesionales, de personas muy cocinillas y de auténticos desastres que, como yo, muchas veces solucionan su almuerzo o su cena con buen pan, una hortaliza y una buena conserva.
Hay otras ensaladas bien ricas con bonito del norte en este blog. Salsea, seguro que alguna te enamora.
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