Hoy nos ponemos verdes ante la demanda general de recetas con verdura. La lasagna es un plato que suele gustar a todos y hoy la cocino con hortalizas que se encuentran durante casi todo el año y con muy poca bechamel, para que resulte más ligera. Y sin carne porque ésta es una lasaña verde con bonito del norte:
A mí la lasagna me apasiona de todas las maneras: la clásica con carne y tomate me vuelve loca pero a veces preparo ésta que me parece más fresca, sustituyo la carne por el bonito del norte en conserva y me resulta menos pesada. Además, es un buen truco para «camuflar» las verduras a quienes son reacios al verde.
Lasaña verde con bonito del norte
Ingredientes para 4 personas:
Láminas de pasta fresca para lasaña
1 manojo de espinaca (unos 400 gr)
1 manojo de puerros (10 pequeños o 6 normales)
1 calabacín grande
Un poco de aceite de oliva virgen extra para sofreír la verdura
Pizca de sal y pimienta (al gusto) sobre las verduras y la bechamel
2 vasos de Leche, 3 cuch de harina y 2 nueces de mantequilla para la bechamel
Queso rallado tipo emmental
1 lata de Bonito del Norte Olasagasti en aceite de oliva de 270 g
Elaboración:
Lavamos la espinaca y el calabacín. Retiramos los tallos de la espinaca y la troceamos. Limpiamos los puerros y los picamos. El calabacín lo cortamos en rodajas finas. Por un lado sofreímos el puerro y añadimos la espinaca para cocinarlos juntos y, por otro, se planchan las rodajas de calabacín. Salpimentamos al gusto.
Yo utilizo cualquiera de las sartenes de la verdura para preparar una sencilla bechamel: fundo en el fondo la mantequilla y “cocino” un poco la harina; voy añadiendo poco a poco la leche hasta que quede consistente pero ligera. Salamos al gusto.
A la hora de montar la lasaña, primero dispongo de una finísima capa de bechamel en el fondo de la fuente de horno. A continuación, coloco una capa de pasta para lasaña, luego una capa de espinaca y puerro, otra capa de pasta, seguimos con el calabacín y el Bonito del Norte -escurrido del aceite- troceado.
Cubrimos con la última capa de pasta y el resto de la bechamel. Finalizamos espolvoreando queso rallado.
Hornear durante 25 minutos a 180 grados. Yo suelo gratinar los dos últimos minutos para que se dore la capa superior.
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He utilizado pasta fresca para esta receta: es más fina y no necesita de cocción previa, lo que la hace muy cómoda y ligera. Puedes seguir añadiendo más capas de verdura y pasta, dependiendo de la altura de la fuente y de los ingredientes que te vayan sobrando. El bonito del norte queda protegido entre capas y en absoluto se seca en el horno. El resultado es jugoso, lleno de vitaminas y otros nutrientes, muy completo y fácil para el paladar de toda la familia o de los amigos, incluso de aquéllos que no son muy amantes de la verdura.
Me cuentas el éxito que ha tenido en tu casa?
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