Pocas cosas tan sencillas como pan y anchoas con mantequilla. ¿Mi recomendación? Que los tres ingredientes sean de excelente calidad ¡truco que no falla! para uno de los bocados más sublimes que existen.
A mí me lo enseñó mi padre, gran amante de las anchoas en todas sus formas. Y después, -oh, casualidad- resulta que me caso con alguien a quien de pequeño le preparaban siempre para merendar bocadillo de anchoas con mantequilla. Si es que la vida tiene encuentros maravillosos. Y me refiero a la anchoa y a la mantequilla (mi adorada mantequilla). Síii: también a Matteo y a mí. ¡Qué suerte hemos tenido!
Pero, a ver, que me desvío fuerte.
Brioche, anchoas con matenquilla y más cosas. De Kike Pilpileando.
Que yo quería contarte que esta combinación tan simple puede elevar su categoría en restaurantes de postín o en tu casa, ¿por qué no?
Prueba de ello, esta maravilla que nos trae Kike Pilpileando. Un artista, lo sé, pero te promete que es fácil a más no poder y te propone que la prepares tú también.
Aquí van los ingredientes:
- Tu pan favorito. Kike ha elegido brioche.
- La mejor mantequilla a tu alcance. Aquí, la dulce de Soria.
- Una lata de filetes de anchoa del Cantábrico de ensueño.
- Pocas aceitunas verdes sin hueso-tipo manzanilla o verdes algo mayores-.
- Algún rabanito.
- Un par de piparras.
- Unos brotes para acompañar en forma de ensalada.
Corta en trozos (no picar, que queda demaisado pequeño) las aceitunas, las piparras crudas, los rabanitos. Reserva.
Corta una rebanada gruesa de brioche, tuéstala y forma tiras de la dimensión de un filete de anchoa.
Y ahora, rápidamente, móntalo:
Embadurna con mantequilla. (MAN-TE-QUI-LLA, echa la margarina de tu cocina, por favor). Desliza filete de anchoa del Cantábrico por tira de pan. Adórnalo con los trozos de que has reservado (de aceitunas, etc.) y añade algún brote o flor comestible. Acompaña con ensalada de más brotes.
Y eso es todo.
Buen pan, buenos filetes de anchoa y buena mantequilla.
A mí me suelen poder las prisas y la gula. Y bastante que corto el pan con cuchillo y no a pellizcos. Media pistola del Obrador San Francisco o una rebanada del paleolítico de Galparsoro (o de la barra del Horno de Babette u hogaza de Madreamiga) o el fantástico brioche de Kike, con mi mantequilla favorita (o sea, la de Soria, la asturiana o la francesa Echiré), los filetes de anchoa del Cantábrico por excelencia, y ya tengo mi bocado favorito. En serio.
Ya si estoy con Kike Calvo es más entretenido porque me hace ponerlo todo más bonito… ¡y la verdad, cómo luce! Apúntalo aunque sea para cuando tengas invitados, como suelo hacerlo yo -que en esas ocasiones me lo tomo con más calma.
Y tú ¿con qué adornos mimas al paladar cuando te preparas este placer de dioses?
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