Es habitual que algunos nutricionistas, dietistas, cocineros y bloggeros ofrezcan ideas para organizar los menús semanales o simplemente el menú del día. Hay para todos los gustos y colores.
A veces pecamos de poca imaginación porque, en realidad, yendo a hacer la compra pueden surgir maravillosas ideas solamente mirando un par de ingredientes y conociendo nuestras necesidades concretas (cada cuerpo y cada gusto es un mundo). Pero lo reconozco, siempre es divertido revisar las recetas de los demás. De hecho, cuando no sé qué hacer con, pongamos, un bote de garbanzos, acudo a mis blogs de recetas gurús para conocer las múltiples opciones.
Luego, los que tenemos hijos mediopensionistas, nos solemos fijar en el menú escolar para variar la dieta diaria. No me digas que no te pasa esto: El día que no miro qué tienen para comer en el colegio, justo cocino lo mismo para cenar. ¡No falla!
Para los que comemos con conciencia hay una rutina imbatible: Cada semana, dos veces legumbre (yo, incluso tres), algo de verdura cada día, un par de raciones de carne (mejor que no sea roja, ésta la suelo dejar para cuando salgo fuera), tres de pescado, y tres de cereales (arroz, pasta, cuscús, kamut…). Varias piezas de fruta diaria e intentar no abusar de los procesados y el alcohol.
Yo no prohibo nada en mi casa. Es más, comemos mucha pasta, cocinamos tartas, freímos patatas fritas con buen aceite y nos encontramos estupendamente. Nunca tenemos remordimientos. También practicamos bastante deporte porque nos gusta y nos sienta bien.
Porque también se trata de esto, de disfrutar, de no sentirse culpable y ser feliz comiendo.
Entiendo que puede haber problemas de sobrepeso, intolerancias o alergias. En el caso del párrafo anterior me estoy refiriendo a personas que se encuentran sanas y en un peso normal, que pueden comer de todo, que no aspiran a ser top models y que disfrutan comiendo. Es mi caso.
Hablando de organización, no voy a ser menos y te voy a enseñar un menú del día compuesto por 5 platos. Sí, soy de las que comen 5 veces al día, cada tres horas tengo hambre, qué le vamos a hacer.
Obviamente, mis platos no llevan siempre un ingrediente Olasagasti pero como estamos en este blog voy a presentarte mis propuestas ad hoc que no tienen por qué ser para un mismo día pero sí son opciones estupendas para ir intercalando. Aquí van:
Menú del día en cinco platos.
1. Desayuno
Suelo tomar fruta, té y tostadas con aove. Pero los domingos me gusta alargarlo y alegrarlo. En lugar de los típicos embutidos, ¿por qué no aguacate, tomate y atún claro?
2. Almuerzo o hamaiketako
Un yogur natural, un plátano y frutos secos, normalmente. Pero de vez en cuando un capricho en el bar. ¿Un pintxo saludable y bien bueno? La gilda con guindillas, olivas y un filete de Anchoa del Cantábrico.
3. Comida
Después de hacer deporte suelo comer tarde. Me gustan los platos de cuchara y el «todo en uno». Recurro mucho a esta opción que también se puede llevar al trabajo: La legumbre con verdura y un toque de crema de tomates secos es un comodín fácil y habitual cada semana. Todo puede estar hecho con antelación. Termino con una onza (o dos) de chocolate negro.

Plato de lentejas con salsa de tomates secos y espinaca. Exquisitez a muy buen precio de la nutricionista Aizpea Rezabal.
4. Merienda
Una pieza de fruta me suele bastar porque como tarde y ceno temprano. Pero dame un cruasán bueno y me harás feliz. Para merendar con mis niñas, un bocadillo o tostadas con crema del Cantábrico, sin conservantes ni colorantes ni aditivos ni mierdicas varias. Pan de verdad y pescado azul.
5. La cena
Mentiría si te contara que mis cenas son ligeras y adecuadas para conciliar el sueño y no irme llena a la cama. En realidad es mi rato favorito del día: Nos reunimos todos alrededor de la mesa con calma, con tiempo, con cosas que contarnos y con hambre -o gula, sí, qué pasa-. Así que suelen caer primero, segundo y postre. Yaaaa, que no soy ejemplo de nada.
Aquí os dejo un plato de cuando me porto bien: Espinacas frescas salteadas con ajitos y pistachos, bacalao desalado, unos guisantes frescos, un poco de patata, pimienta de Espelette o pimentón de la Vega y un toque de crema de aceitunas negras. Un plato ligero y completo, no me lo negarás. También el revuelto de la portada de este post, con bonito del norte y ensalada de tomate. ¡DE-LI-CIO-SO!

Espinacas salteadas con bacalao desalado y crema de aceitunas negras. Para los que prefieren menú del día ligero.
Que no, que no estoy dando lecciones de nada. Solamente dejo cinco (seis) opciones que pueden encajarte en tu dieta habitual o menú del día y que ¡están francamente riquísimas! Porque también se trata de esto, de disfrutar, de no sentirse culpable y ser feliz comiendo.
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