Cuando vienen mis sobrinos a dormir a casa la vida se convierte en una fiesta. No les instalo inmediatamente delante del televisor mientras ordeno armarios (qué manía tienen algunos con ordenarlos a menudo; yo me limito a intentar no desordenarlos demasiado) sino que trato de que se diviertan y que participen de lo que esté yo haciendo. Tranquilos, chicos, que no ordenaréis armarios. Quizás dibujar con carboncillos o lijar un viejo mueble a cambio de preparar un gran bol de palomitas como premio.
Lo mejor suele ser salir a dar una vuelta por el campo que tenemos cerca, correr, ofrecer hierba y zanahorias a los caballos y asnos que nos encontramos por el camino, saludar a las vacas, esquivar a los perros guardianes que nos ladran como si no hubiera un mañana, hacer fotos… mientras inventamos historias.
Sin embargo, en el norte a veces el tiempo no acompaña y cuando nos hartamos de saltar charcos con las katiuskas o de empaparnos en los chorros del Peine del Viento la opción por la tarde es guarecerse en una buena pastelería, mirar las carteleras y retirarse pronto a casa.
Y para cenar, preparar juntos una pizza o estas ricas empanadillas. Camuflando las verduras los niños -y algunos adultos!- ni se enteran de que están comiendo tan sano: pisto con pescado azul. Encima, para evitar grasas extra, hemos horneado las empanadillas en lugar de freírlas. Siguen estando para chuparse los dedos!
Empanadillas Olasagasti de atún y verduras:
Ingredientes:
1 paquete de obleas para empanadillas
2 tomates
2 calabacines medianos
1 cebolla hermosa
1 pimiento
1 tarro de Bonito del Norte Olasagasti (190 gr)
1 chorrito de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal
Elaboración:
Preparamos un pisto con la verdura cortándola en cuadrados y cocinándola en la sartén con un chorrito de aceite de oliva. Cuando está lista, la pasamos a un bol y la mezclamos con el Bonito del Norte Olasagasti.
Disponemos un montoncito de la mezcla sobre cada oblea y la cerramos con ayuda de un tenedor. Cuando nos apetece, pincelamos las empanadillas con huevo.
Y las horneamos a 180º hasta que se doran (unos 20-25 min).
La diversión no termina hasta que la mesa no está recogida y la cocina ordenada. Claro que a veces más que limpiar algún peque se afana por esparcir los restos de harina, aceite y agua por la encimera, formando una masilla difícil de exterminar.
«Tía Marta, cuándo nos vuelves a invitar a tu casa?»
Ufff, creo que voy a ordenar armarios 😉
Empanadillas Olasagasti-White Tuna small pies from OLASAGASTI on Vimeo.
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