Hola, Marta.
Me marcho de vacaciones a Estocolmo! Sí, vuelo desde Biarritz y en unas 3 horas ya estaré en esta preciosa capital nórdica. Que si me olvido de algo? Quizás, pero ya he metido mis conservas en la maleta, eso no se me olvida.
Como ves, en la maleta llevo algo de ropa y mi kit de supervivencia. Lo de la ropa no es problema: dicen que en época estival has de llevar lo mismo que te llevarías a la costa cantábrica así que lo tengo fácil! De hecho, parece que allí está haciendo el mismo tiempo fantástico que estamos disfrutando por aquí.
Nunca se sabe! Las provisiones de calidad siempre vienen bien.
En cuanto a la supervivencia, me llevaré estas latitas ya que, según me cuentan, allí no tienen la suerte de poder acceder a ellas como tenemos aquí. Por supuesto, también me apetece probar otras delicias suecas, así que combinaré las conservas del Cantábrico con otros ingredientes que encuentre en algún mercado sueco, como por ejemplo el nuevo Paradiset de productos ecológicos, o el pan de Fabrique (conocí su tienda en el barrio de moda londinense Shoreditch). Ya te enviaré el resultado!
Por cierto, lo llamo kit de supervivencia porque sé que después de patear toda la ciudad y acabar agotada al final del día, agradeceré llegar a “mi casa”, abrir una lata, mezclar y listo, a seguir disfrutando.
Conservas en la maleta, imprescindibles las latas Olasagasti!
Continuará….
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