Que la Anchoa del Cantábrico es un manjar nadie lo pone en duda. Que tenemos que protegerla, la mayoría lo tenemos muy claro: Si somos respetuosos con ella siempre la podremos disfrutar. Cómo? Dejándola crecer y repoblarse. Pescándola en cuotas limitadas y controladas.
Frescas, son deliciosas: fritas, rebozadas o marinadas. Las grandes, las dejamos en salazón madurando durante meses para luego elaborar los filetes de anchoa en aceite de oliva o los boquerones (en vinagre). O venderla directamente en salazón.
Esta temporada no está siendo de las mejores así que desde aquí la animamos rindiéndole este pequeño homenaje con Anchoa en conserva Olasagasti en 10 platos o 10 ideas:
Que disfrutes de un delicioso verano.
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