Como te adelanté hace unos días, estamos en plena temporada de la mejor Caballa del Cantábrico. Si te perdiste el post y no la conoces, te recomiendo que lo leas porque te va a encantar esta tarta ecológica de caballa y te interesará saber qué propiedades beneficiosas tiene este riquísimo pescado azul.
Esta receta es el resultado de un cúmulo de casualidades: me apetecía hacer una quiche utilizando Caballa Olasagasti porque esta semana estamos comprando estupendos ejemplares para envasar en la fábrica; La semana pasada un casero amigo me regaló cebollas, una hermosa y amorfa calabaza de su huerta y media docena de huevos de sus gallinas. Además, me acaban de enviar un trozo de queso de ovejas felices desde la quesería Cultivo de Madrid (gracias, Rubén, Chris, Clara). Ante tales oparis (regalos), solamente tenía que comprar en la tienda ecológica del barrio la sabrosa Caballa Olasagasti, nata para cocinar (de soja) y una masa para la base.
Como ves, voy a utilizar solamente ingredientes ecológicos y naturales por lo que será doblemente saludable y apta para todos aquellos que suelen consumir solamente alimentos BIO. Pero si los que tú tienes son “normales”, comprados en el supermercado o tu tienda habitual, te saldrá igualmente deliciosa y también sana.
Si eres o cocinas para un celíaco, basta con preparar la masa sin gluten -ya que el resto de ingredientes no lo llevan- como explican en el blog Canal Sin Gluten o comprarla directamente.
La tarta es muy suave por lo que a los niños les encantará de vez en cuando como sustituto de un menú a base de puré de verdura+pescado.
Quiche o Tarta ecológica de caballa y calabaza:
Ingredientes para 4/6 personas:
Masa quebrada o masa brisa
4 huevos de gallinas felices
400 g de calabaza
1 cebolla hermosa
250 cl de nata para cocinar
125 g de queso rallado o troceado de oveja (el de hoy es de la Quesería Cultivo y le aporta cremosidad).
1 tarro de 190 g de Caballa del Cantábrico Olasagasti en aceite de oliva virgen extra de agricultura ecológica.
Así la preparo:
Preparar la masa quebrada en casa no es nada complicado y se nota mucho en el resultado final. Puedes hacer la masa con 300 gramos de harina, 125 gramos de mantequilla, un poquito de agua y una pizca de sal o comprarla en la herboristería, tú decides.
La extendemos en una fuente sobre papel de horno y la pinchamos con un tenedor.
Picamos la cebolla y cortamos la calabaza en trozos pequeños. Lo cocinamos en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra del tarro de la caballa.
Batimos los huevos y los mezclamos con la nata, el queso y la verdura con ayuda de una espátula. Por último añadimos la caballa en trozos, escurriendo el aceite. (Si el queso es cremoso, podemos aumentar la cantidad y sustituir la nata por un chorro de leche).
Vertemos esa mezcla dentro de la masa y, si los bordes nos han quedado más altos que el molde, podemos posarlos sobre el relleno, como cerrando la tarta.
Acompañamos con ensalada verde y un vaso de vino blanco.
Estas son las imágenes de los sencillos pasos de su elaboración:
La tarta ecológica de caballa es un plato otoñal pero apetecible durante todo el año ya que los ingredientes están siempre disponibles. Es perfecto como entrante o plato único para la cena, en templado o a temperatura ambiente y fácilmente transportable: ideal para llevar a la oficina o de viaje en una fiambrera.
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